De Diana sabemos poco de su pasado, pero no hace falta más que verla para saber que no fue muy bueno…Es una galga peculiar, tiene dos lados distintos, uno atigrado, y otro color arena lleno de historias de su corta vida.
Es una perra joven, con algo de miedo ante situaciones que desconoce. A veces no sabe qué se espera de ella o cómo reaccionar y lloriquea y a la vez sólo quiere agradar… Es tranquila, y necesita un poco de paciencia que la enseñen todo eso que desconoce.
Si te sientas a su lado y la acaricias notas como poco a poco va buscando más ese contacto…Es de estos galgos que a primera vista pasan desapercibidos porque no son expresivos ante algo o alguien nuevo.. Pero son esos mismos perros los que luego nos sorprenden cuando empiezan a soltarse, a descubrir, a ser ellos…
Sabemos, que alguien sabrá ver más allá y descubrir la ternura que tienes en la mirada. Ánimo Diana, tu vida no ha hecho más que comenzar, de nuevo.